PRESS RELEASE NO.: STScI-PR98-02
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WASHINGTON, DC -
Observando a través de medio universo para analizar la luz de estrellas en explosión, que murieron mucho antes de que nuestro Sol siquiera existiese, el Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha permitido a los astrónomos determinar que la expansión del cosmos no se ha frenado desde el ímpetu inicial del Big Bang y, por lo tanto, que debería continuar hinchándose indefinidamente.
Reportando sus observaciones preliminares hoy, en la reunión de invierno del American Astronomical Society, el equipo, dirigido por Peter Garnavich del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) en Cambridge, Maryland, concluye que no hay materia suficiente en el cosmos como para proveer la gravedad necesaria para detener su expansión infinita.
Si estas conclusiones preliminares son soportadas por observaciones adicionales, la ausencia de deceleración significativa alguna desde las condiciones iniciales, también significa que el universo podría ser tan antiguo como 15.000 millones de años. Esto claramente establecería que el universo es realmente más antiguo que las más antiguas estrellas, resolviendo así la potencial paradoja causada por anteriores estimaciones que favorecían un universo más joven.
Estos resultados están basados en mediciones de distancias sin precedentes, hasta supernovas tan lejanas que permiten a los astrónomos determinar si el universo se estaba expandiendo a una rata más rápida hace mucho tiempo. La supernova más distante observada está aproximadamente a mitad de camino hacia el Big Bang, y por lo tanto existió hace cerca de 7.700 millones de años. Las otras dos estudiadas, cada una explotó hace aproximadamente 5.000 millones de años, justo antes de que se formara nuestro propio Sistema Solar.
"No podemos concluir mucho a partir de la única supernova más lejana que hemos observado", dice Garnavich. "Pero, cuando la promediamos con varias otras, encontramos que, hasta un nivel de 95 por ciento de confiabilidad, la densidad de la materia es insuficiente para detener la expansión del universo".
"En otras palabras, apostaríamos $100 contra sus $5, a que el universo no está restringido por materia - materia oscura, materia brillante, materia que hace cúmulos, o materia que se esparce", dice el co-investigador Robert Kirshner, también del CfA.
Debido a que las supernovas son los eventos más brillantes en el universo,
son candidatos ideales para usar como varas de medir para las vastas distancias cósmicas.
Las supernovas estudiadas por el Hubble, que pertenecen a una clase llamada Tipo Ia,
son consideradas como confiables indicadores de distancias,
porque hay una relación directa entre sus brillos intrínsecos y sus ratas de oscurecimiento luego de sus explosiones.
Aunque esta clase de supernovas ha sido buscada desde los 1950,
los astrónomos tuvieron que esperar por la clara visión del Hubble para identificar objetos lo suficientemente lejanos
como para proveer evidencia sobre la deceleración del universo.
Debido a que las observaciones del Hubble tenían que ser programadas con mucha antelación, se hizo una búsqueda basada en tierra con el Canada-France-Hawaii Telescope (CFHT) en Mauna Kea, Hawaii. Las observaciones espectroscópicas se hicieron en el Keck Observatory, también en Mauna Kea, y en el Telescopio de Múltiples Espejos del Smithsonian Institution y la Universidad de Arizona (MMTO) en Mt. Hopkins, Arizona, para medir los corrimientos hacia el rojo, que indican las distancias relativas desde la Tierra.
El Hubble se utilizó entonces para observaciones de seguimiento, usando el tiempo discrecional provisto por el director del Space Telescope Science Institute (STScI), Robert Williams. El Hubble hizo cinco observaciones de cada una de las tres supernovas inicialmente consideradas. Las observaciones fueron separadas por cerca de una semana, para dejar que las supernovas se oscureciesen, de modo que los astrónomos pudiesen graficar las curvas de brillo requeridas.
La búsqueda del "parámetro de deceleración" - fundamental para estimar la edad del universo y su destino final - ha sido seguida por los cosmólogos por casi medio siglo. Sin embargo, los investigadores advierten que sus hallazgos son preliminares y que una muestra de muchas más supernovas es requerida para arrojar un valor para la densidad de la materia en el espacio dentro de un 10% de exactitud, o para refinar los estimados de la deceleración del universo. Planean usar las nuevas capacidades infrarrojas del Hubble para estudiar supernovas aún más distantes.
Para más información, e imágenes relativas al fundamento de este anuncio, enlace con Hubble Pinpoints Distant Supernovae (HubbleSite - NewsCenter, January 8, 1998)
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para NASA, bajo contrato con el
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El Telescopio Espacial Hubble es un proyecto de cooperación internacional entre NASA y la
Agencia Espacial Europea (ESA).
Actualizada: Enero 19 '98
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